Uber: el gigante de los VTC se convierte en una potencia rentable
Redacción Mapfre
Jonathan Boyar, director de Boyar Value Group y asesor del Forgotten Value Fund de MAPFRE AM
Uber Technologies (código de cotización: UBER), que antes era sinónimo de startup de Silicon Valley con un alto consumo de efectivo, ha experimentado una transformación muy notable en los últimos años. Con la gestión de su director general, Dara Khosrowshahi, la empresa ha madurado hasta convertirse en un gigante que fusiona su dominio del sector de los VTC con un negocio de entrega de comida que crece rápidamente y un segmento publicitario prometedor. Para los inversores, Uber representa una combinación atractiva de crecimiento y valor, con acciones listas para seguir subiendo, que es el motivo por el que la hemos convertido en la mayor apuesta del fondo MAPFRE AM US Forgotten Value.
De la movilidad a las sinergias multiplataforma
El nombre Uber se ha convertido en un verbo en inglés, lo que demuestra su importancia cultural y dominio del mercado de los VTC. El segmento de movilidad de la compañía, que generó un 53% de sus ingresos en 2023, sigue siendo la joya de la corona, ya que controla una pasmosa cuota del 76% del mercado estadounidense. Por otro lado, su división de reparto a domicilio, liderada por Uber Eats, supone ya el 33% de los ingresos, lo que supone una presencia cada vez mayor en la entrega de comida.
Lo que distingue a Uber es la sinergia entre sus negocios principales. Los conductores pueden cambiar fácilmente entre trayectos y entregas, maximizando así la eficiencia. Al mismo tiempo, Uber saca partido de su ecosistema con Uber One, un programa de fidelización que fomenta el uso multiplataforma. Con más de 25 millones de miembros que gastan el triple que los no miembros, el programa es un pilar de la estrategia de Uber para impulsar la retención y la previsibilidad de los clientes.
Recuperación de los VTC y consolidación de las entregas
El segmento de movilidad de Uber se ha recuperado con fuerza de los mínimos de la pandemia, con una facturación bruta que alcanzó los 79.500 millones de dólares el año pasado, un 23% más que en 2022. Esta recuperación ha permitido a la empresa aplicar precios más altos sin mermar la demanda. El resultado ha sido un aumento del 31% del ebitda de movilidad hasta los 1.700 millones de dólares el último trimestre.
Por su parte, el sector de reparto a domicilio ha contradicho las predicciones de una desaceleración pospandémica. La facturación bruta ha ascendido a un 17% interanual, hasta los 71.500 millones de dólares, mientras que el ebitda del segmento se ha disparado un 52% hasta los 628 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024. El hábito de pedir comida por una app se ha convertido en un viento de popa estructural, a pesar de que DoorDash sigue ocupando el primer puesto en el mercado estadounidense del reparto a domicilio.
Ampliación del ecosistema
Uber no se duerme en los laureles. Las últimas operaciones de la empresa apuntan a la ambición de convertirse en una plataforma de movilidad y entrega de comida integral. En mayo, Uber se asoció con Instacart para integrar el reparto de comida en su ecosistema, intensificando así la penetración en mercados suburbanos. La adquisición de las operaciones de foodpanda —perteneciente a Delivery Hero— en Taiwán por 950 millones de dólares consolida aún más la presencia de Uber en Asia, si bien la aprobación reglamentaria aún está pendiente.
Otro aspecto destacado es el negocio publicitario emergente de Uber. Con una extrapolación anualizada de los ingresos de 1.000 millones de dólares, el segmento saca provecho de los 160 millones de usuarios mensuales activos de Uber, que le ofrecen oportunidades de márgenes altos. Desde anuncios que se muestran a los pasajeros durante el trayecto hasta promociones en la aplicación para colaboradores de reparto, la publicidad podría impulsar notablemente la rentabilidad de Uber con el tiempo.
Cambio financiero a una marcha larga
Durante años, los críticos dudaron de la capacidad de Uber de generar beneficios, unas dudas que ahora se han disipado. Este año, Uber está en camino de generar 7.000 millones de dólares en flujo de caja libre, un cambio drástico respecto al gasto de efectivo de 4.900 millones de dólares de 2019. Su modelo de activos ligeros (asset light), que requiere menos del 1% de ingresos para los gastos de capital, ha sido fundamental para esta transformación.
El balance de Uber refleja su nueva disciplina financiera. En el tercer trimestre de 2024, la empresa acumulaba 9.100 millones de dólares de caja e inversiones a corto plazo frente a una deuda de 11.600 millones, lo que se traduce en un coeficiente de apalancamiento de tan solo 0,4. El programa de recompra de acciones de 7.000 millones de dólares subraya el énfasis de la dirección en generar valor para los accionistas.
La amenaza de los vehículos autónomos
Los vehículos autónomos siguen siendo un interrogante amenazador para Uber, con Tesla y demás pregonando la ambición de los robotaxis. No obstante, la estrategia de Uber de asociarse con líderes como Waymo en vez de crear su propia tecnología ha demostrado ser prudente. El enfoque de Uber de una baja inversión de capital brinda a la empresa una posición aventajada para integrar la tecnología de conducción autónoma sin asumir riesgos de I+D.
En particular, el tan esperado evento de robotaxis de Tesla programado paras octubre no proporcionó detalles revolucionarios, lo que supuso una recuperación de las acciones de Uber. Si los vehículos autónomos se adoptaran de forma generalizada, el dominio de las plataformas de Uber y su capacidad para integrar flotas sin conductor podrían convertir esta aparente amenaza en una oportunidad.
Acciones en movimiento
Uber no es una inversión de valor tradicional. Al cotizar a 24 veces el ebitda de los meses anteriores, la empresa no es barata, pero su creciente rentabilidad respalda su valoración. Si se cumple la previsión de que la facturación bruta crezca a un ritmo de alrededor del 15% en los próximos años, el ebitda podría aumentar más del 30% al año hasta 2026.
Nuestra investigación valora a Uber en 109 dólares por acción, en torno al 50% por encima de su precio actual. Incluso con un múltiplo más conservador, las acciones aún podrían ofrecer una revalorización cercana al 40%, lo que subraya su potencial como ganadora a largo plazo.
El balance final
Para los inversores que buscan exposición a una plataforma con potencial de crecimiento y un foso defensivo, Uber es difícil de pasar por alto. Con sus negocios de movilidad y reparto desplegando todo su potencial y un segmento publicitario en vías de crecimiento, Uber está posicionada para generar un valor considerable para los accionistas en los próximos años y este es el motivo por el que la hemos convertido en la mayor inversión del fondo MAPFRE AM US Forgotten Value.