¿Será transitoria la inflación?
Redacción Mapfre
El razonamiento habitual y directo por el que más dinero equivale a una mayor inflación puede no ser cierto si identificamos la inflación con el IPC (la inflación puede ser un fenómeno monetario, pero no siempre se traduce en IPC).
La inflación es alta, pero no queda claro si se trata de algo temporal o no. No obstante, nos hemos acostumbrado a una inflación muy baja en los últimos 15-20 años. En realidad, hoy por hoy la mayoría de los profesionales de los mercados financieros nunca han experimentado una inflación elevada y mucho menos han invertido en dicha situación.
Para que la inflación no sea temporal debe existir algún mecanismo que mantenga el IPC al alza. En la mayoría de los casos, hablamos de salarios o de otros tipos de regulaciones. Por eso los bancos centrales, y la Fed (Reserva Federal de los Estados Unidos) en particular, no pierden de vista la evolución el mercado laboral.
De las muchas carencias a las que nos enfrentamos, las más importantes son las de mano de obra, energía y componentes electrónicos. Si las analizamos detenidamente, se deben, al menos en parte, a las regulaciones o a los acontecimientos políticos: la de mano de obra responde a las restricciones por la COVID-19 y otros motivos; la de energía, al hecho de que las energías renovables son muy caras y la desinversión en las centrales de carbón hace aumentar los precios, y la de componentes electrónicos, a la guerra comercial y tecnológica entre los Estados Unidos y China. No toda la inflación que observamos actualmente se debe a esta escasez, pero una gran parte sí. Por otro lado, esta escasez no se retroalimenta, motivo por el cual la inflación podría ser temporal, pero también podría durar mucho. Así pues, el concepto de temporalidad no queda claro en este contexto.
Lo primordial es que este tipo de inflación no se puede combatir con medidas monetarias (bancos centrales), a no ser que dichas medidas provoquen una enorme desaceleración del crecimiento, algo que no viene al caso (¿se acuerdan de Volcker?). Ante esta situación, ¿qué podrían hacer los bancos centrales? Dejar que todo siga su curso, que es exactamente lo que están haciendo, a no ser que se sumerjan en un proceso de retroalimentación (y aquí nos volvemos a acordar de Volcker…).
Si miramos la situación desde otra perspectiva, la inflación es una herramienta peligrosa pero también es útil en ciertas ocasiones para los políticos. Es peligrosa porque el malestar de la ciudadanía es mucho más pronunciado en caso de inflación que de bajo crecimiento. La historia nos muestra que son varios los regímenes políticos que han caído por culpa de los precios altos, pero ninguno, que yo sepa, por culpa del bajo crecimiento. El aumento de la inflación provoca que a los hogares les cueste mucho más llegar a fin de mes, un proceso que puede acelerarse y descontrolarse con facilidad. Por otra parte, puede resultar útil porque, si los políticos designan un culpable de este aumento de los precios, pueden presentarse como salvadores (es de primero de política). Es algo que está ocurriendo actualmente en países como España o Francia con los precios de la energía. El culpable es «el mercado», o lo que eso signifique, y una mayor intervención en la redistribución es la salvación. Vemos pues que la inflación no es solo una cuestión económica o monetaria, sino también política. También es útil para reducir el valor real de la deuda pública (cuestiono la creencia popular de que la carga de la deuda no hace más que trasladarse de unos deudores, los contribuyentes en general, a otros, aquellos que no pueden mantener sus ingresos o riqueza real debido a la inflación, que suelen ser los menos ricos).
En definitiva, ¿va a ser temporal la inflación? Yo creo que sí. En 2022 ya veremos, pero hay que tener en cuenta que la repercusión básica será muy negativa. De todos modos, el riesgo de que perdure aún más existe y por ahora resulta imposible vaticinarlo. No obstante, los bancos centrales no pueden controlar la inflación tanto como ellos (y nosotros) creen que pueden, ya sea al alza o a la baja.