Small caps EE.UU.: por qué siguen siendo una oportunidad a tener en cuenta

Redacción Mapfre
“Acción de poner en libertad”. Así define la Real Academia Española la palabra liberación, un término que no ha parado de ganar protagonismo tras ser elegido por el presidente de Estados Unidos para enmarcar su estrategia comercial a nivel global. Con todo lo que ello simboliza.
En el ya popular “Día de la liberación”, acontecido el pasado 2 de abril, Donald Trump anunció que se implementará un arancel general del 10% para todos los productos extranjeros -aplicables desde el próximo 9 de abril-, con impuestos adicionales que pueden alcanzar hasta el 49% según el país de origen. Para la Unión Europea, la tasa será del 20%; para China, del 34%; y para Japón, del 24%.
Así, según Trump, “uno de los días más importantes de EE.UU.” y que significaba una “declaración de independencia económica” tuvo su consecuencia directa en los mercados. Al día siguiente, el 3 de abril, se vivió lo que se conoce como “Jueves Negro”. Tanto el S&P 500 como el Nasdaq sufrieron sus mayores caídas en una jornada desde marzo de 2020, en plena pandemia del Covid-19. En concreto, el S&P 500 cayó cerca de un 4,84%, a su vez el Dow Jones sufrió una corrección de 3,98%. Por su parte, el índice tecnológico Nasdaq se dejó casi un 6%.
No dejar de lado la renta variable
“¿Y ahora, qué?”. Esta debe ser la pregunta que esté pasando por la cabeza de muchos inversores. Ante estos casos, la mayoría de expertos financieros aconsejan no dejarse llevar por el miedo a las caídas y actuar de una forma racional.
“Creemos que uno de los errores más comunes que cometen los inversores durante los episodios de volatilidad es abandonar la renta variable en favor de la seguridad percibida del efectivo. Si bien esto puede ayudar a los inversores a dormir mejor a corto plazo, la historia sugiere que puede ser perjudicial para el bienestar financiero a largo plazo”, explica Jonathan Boyar, director de Boyar Value Group y asesor del Forgotten Value Fund de MAPFRE AM.
En este sentido, Boyar llama a la calma y recuerda que “los mejores días del mercado a menudo se producen durante periodos de mayor volatilidad”. Por eso, para él, resulta crucial mantener la exposición a renta variable a largo plazo, ya que “es a menudo el camino más eficaz para los inversores”.
¿Oportunidad en la incertidumbre?
Una vez que los inversores hayan decidido apostar por la renta variable con visión a largo plazo a pesar de la volatilidad actual, han de pensar qué posiciones pueden resultar claves para el éxito de su cartera.
Dentro de la renta variable y mirando a medio y largo plazo, Boyar, lo tiene claro y ve en las ‘small caps’ o empresas de pequeña capitalización estadounidenses una gran oportunidad. “El entorno actual nos ofrece la oportunidad de comprar ‘small caps’ de alta calidad y con poca cobertura a precios que, en nuestra opinión, están muy rebajados debido a la incertidumbre reinante”, asegura.
Los vaivenes de las small caps
Llegados a este punto, cabe recordar la montaña rusa que han vivido las ‘small caps’ en los últimos meses. Alcanzaron marcados niveles en positivo con la victoria de Trump en la carrera hacia la Casa Blanca. De hecho, el índice Russell 2000 aumentó un 5,8% en el mismo día del triunfo del repuplicano, alcanzando su nivel más alto en tres años.
"Inmediatamente después de su victoria en las elecciones de 2024, las acciones de ‘small caps’ subieron con la esperanza de un programa favorable a las empresas, recortes de impuestos corporativos y la creencia de que cualquier arancel impuesto perjudicaría desproporcionadamente a las multinacionales de gran capitalización", explica Boyar.
Sin embargo, este buen momento se disipó cuando el mandatario comenzó de forma oficial su legislatura: la volatilidad en los mensajes de la administración y la creciente preocupación por los costes de los bienes han revertido la tendencia positiva. "A medida que los mensajes de Trump se volvieron más erráticos y la confianza de los consumidores y las empresas vaciló, las ‘smalls caps’ se vieron sometidas a una presión cada vez mayor", comenta Boyar.
Al carecer del poder de negociación de las grandes corporaciones, muchas pequeñas empresas se encontraron con dificultades para absorber el impacto de los aranceles y las interrupciones en la cadena de suministro. Como resultado, "desde la toma de posesión de Trump, el índice Russell 2000 de ‘small caps’ ha bajado aproximadamente un 10,4%, frente al descenso del 5,4% del S&P 500".
¿Por qué apostar por las ‘small caps’ de EE.UU.?
No obstante, según Boyar, pese a la reciente debilidad del mercado, los valores estadounidenses de ‘small caps’ siguen siendo una de las áreas más atractivas para los inversores orientados al valor a medio y largo plazo. “Las valoraciones actuales son atractivas en comparación con sus medias históricas y con las large caps que todavía parecen caras incluso tras la corrección del primer trimestre”, explica.
Boyar explica que uno de los principales atractivos de invertir en small caps es su menor cobertura por parte de los analistas de Wall Street, lo que genera ineficiencias que pueden ser aprovechadas por gestores activos. "El número de empresas del Russell 2000 con menos de 10 recomendaciones de analistas ha aumentado más de un 70% en la última década, lo que proporciona un terreno fértil para encontrar oportunidades mal valoradas".
El experto también argumenta que la divergencia en la rentabilidad entre las pequeñas y grandes capitalizaciones ha alcanzado niveles extremos. "Históricamente, estas grandes divergencias no suelen persistir indefinidamente, sobre todo cuando las valoraciones relativas de las empresas de pequeña capitalización se sitúan en mínimos de varias décadas". Si los valores de megacapitalización impulsados por la IA entran en una fase de ajuste y los de pequeña capitalización ya reflejan una debilidad económica significativa, podría estar preparándose el escenario para un fuerte repunte de los pequeños valores.
"Por ahora, el sentimiento de los inversores sigue favoreciendo la seguridad percibida de los valores de gran capitalización frente al valor de los valores de pequeña capitalización. Pero para quienes estén dispuestos a mirar más allá de los titulares de hoy, creemos que este escepticismo presenta una oportunidad significativa", sentencia Boyar.
Adaptación del fondo MAPFRE AM US Forgotten Value
Es por todo lo contado anteriormente, que a pesar del bajo rendimiento reciente del Russell 2000 Value, con una caída de casi el 6% en el último mes, los gestores del fondo MAPFRE AM US Forgotten Value consideran esta situación como una oportunidad en lugar de una amenaza.
A 28 de febrero de 2025, este fondo tiene una exposición del 39% a ‘medium caps’; del 23% a ‘small caps’; del 15% a ‘large caps’, y del 13% a ‘micro caps’.
Históricamente, según comenta el experto, la volatilidad ha sido parte del proceso de inversión en las ‘small caps’ con una rentabilidad media anual del 9,2% desde el año 2000, pero también con caídas interanuales promedio del 20%.
En respuesta a este entorno, el fondo ha realizado ajustes estratégicos, saliendo de empresas con mayores riesgos, como Oshkosh, y reinvirtiendo en compañías con perspectivas más favorables. "Salimos de nuestra posición en Oshkosh debido a los riesgos específicos de la empresa vinculados a una línea de productos que podría verse afectada negativamente por las políticas de la administración Trump".