La rentabilidad de los bonos, señal del cambio de expectativas
Redacción Mapfre
Los mercados de deuda parecen haber empezado el curso bursátil con rentabilidades que no se veían desde antes de la pandemia. Todo esto es consecuencia, según señala Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, de un cambio de expectativas. “Hay un reajuste por la llegada de una política monetaria más dura y por una inflación más alta de lo esperado”, explica en Radio Intereconomía. Todo hace indicar que lo que estamos viviendo es un proceso de normalización, por lo que “mientras se mantenga en eso no es preocupante”.
Ante este escenario, son los bancos centrales los que deben tomar cartas en el asunto en las próximas reuniones. Por parte de la Reserva Federal, tras un mensaje más agresivo de lo esperado por los inversores a principios de año, el experto anticipa “un mensaje preparatorio”: “Esperemos que nos den alguna noticia sobre cuándo comenzarán a subir tipos e incluso reducir el balance, que sería aún más importante”. Más allá del discurso de la Fed, cree que la clave será la información que proporcionen de cara a “sentar las expectativas de este año”.
Las bolsas tampoco anticiparon el tono más duro de Christine Lagarde en la última comparecencia. Sin embargo, la dinámica de la inflación, condicionada a factores externos y cuestiones geopolíticas, hace prever que, si el pico se alcanzó en diciembre, “veremos un mensaje del Banco Central Europeo más prudente”.
Para sentar las bases de este año, el economista hace también hincapié en los resultados empresariales de los próximos días. “Aunque las ventas minoristas se puedan ver resentidas, se esperan unos buenos datos del cuarto trimestre”, afirma. Asimismo, las cuentas de las compañías podrán servir como indicador “de cómo lo están haciendo respecto a la subida de los precios de la energía y los problemas en el transporte”.
En esta situación, parece comprensible que, en primera instancia, los inversores puedan bajar el peso de activos como la renta variable de sus carteras. No obstante, Alberto Matellán aclara que si los objetivos son más a largo plazo no habría que hacer demasiados movimientos: “Si esa reducción de peso se hace por timing de mercado, es un problema; pero si se hace pensando en el largo plazo, me parece correcto”.