Razones para ser “moderadamente optimista” con las bolsas a medio plazo
Redacción Mapfre
Una guerra que no termina, una inflación desbocada y una economía a punto de entrar en recesión. En este escenario, parece complicado lanzar un mensaje optimista para los inversores. En el corto plazo, como señala Ismael García Puente, gestor de inversiones y selector de fondos, “el sentimiento del inversor sigue siendo pesimista, pese a las recientes subidas que hemos visto en la mayoría de los índices”. “Hasta que no sepamos el efecto real de la subida de tipos y de la retirada de liquidez, será difícil captar una señal clara de comprar en renta variable o para aumentar el riesgo en las carteras”, añade.
Efectivamente, la semana no fue mala en los mercados. Por ejemplo, EuroStoxx 50, subió casi un 1,8% el lunes, pero el Ibex 35 se disparó un 2,4%, con un fuerte impulso del sector financiero. Y es que, como señala Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, las subidas de tipos de los bancos son positivas para la banca, aunque habrá que ver el ‘guidance’ que ofrecen en la inminente campaña de resultados para valorar cómo le puede afectar el frenazo económico y, en concreto, qué impacto puede tener sobre la morosidad.
Por tanto, a corto plazo, nada invita al optimismo como para justificar un cambio de tendencia. Pero no ocurre así para el medio plazo. Primero, como apunta Matellán, hay que definir el concepto de “medio plazo”, que para el experto supone un periodo “de uno a tres años”. Y en ese plazo “sí se puede ser moderadamente optimista”. “Las bolsas descuentan un escenario económico malo, pero ya está puesto en precio y me dicen gestores de renta variable, algunos de ellos de renombre, que hay oportunidades porque estás sufriendo todos los activos sin distinción”, añade. Ese golpe a todos los activos se debe, según el experto, a una sola razón: la restricción de liquidez que va a seguir varios meses: “En cuanto esta dificultad desaparezca, a mediados del año que viene, las bolsas podrían recuperarse, porque hay ya activos interesantes y baratos y porque se ha puesto en precio ese escenario extremadamente negativo”.
Precisamente, la próxima semana se reúne el Banco Central Europeo (BCE) y se ha conocido el Libro Beige de la Fed, que ofrece un análisis regional de la situación económica de EEUU. Todo ello, cuando la inflación sigue sin dar tregua. En el caso de Reino Unido, por ejemplo, donde ya supera el 10%, ya se ha empezado a ver cómo esa presión se está trasladando a otros componentes de la cesta. Pero, como justifica Matellán, esto supone un drama social, dado que se eleva el coste de la vida, pero no provoca cambios para los inversores ni para los bancos centrales, dado que está sucediendo lo que ya estaba previsto.