¿Qué son los bonos indexados?
Redacción Mapfre
En los últimos meses, hemos visto cómo se ha ido moderando la subida de los precios de bienes de consumo y servicios, tanto en Europa como en Estados Unidos, después de alcanzar las tasas más altas de los últimos cuarenta años. No obstante, esa bajada de la inflación no está siendo tan rápida como se anticipaba en un primer momento, de ahí la importancia de proteger nuestras inversiones con productos que se adapten a este tipo de contextos, como los bonos indexados. Estos son un tipo de bono cuyo rendimiento está vinculado a una magnitud económica, como puede ser la inflación acumulada por una determinada economía desde la emisión del título.
“Normalmente, el principal está protegido y no puede recuperarse menos del 100%, aunque haya deflación acumulada. Es decir, el tipo de interés real al que se invierte cuando se compran estos bonos está protegido de la inflación futura, porque si la inflación acumulada desde su emisión sube, los cupones a cobrar y el principal a vencimiento también aumentan”, explica Daniel Gómez, gestor de renta fija en MAPFRE AM.
Según explica el Tesoro Público en su página web, “en el caso de que el índice de referencia correspondiente a la fecha de vencimiento fuera inferior al índice base, el importe de la amortización será igual al nominal”.
Gómez añade que este tipo de bono es apto para cualquier tipo de inversor cuyo objetivo sea protegerse de la inflación, aunque suele ser un mercado más propicio para inversores institucionales “por su relativa complejidad”.
Por ejemplo, el bono alemán a dos años indexado a la inflación europea cotiza por mercado a una rentabilidad real (protegida de inflación) del 0,92%, mientras que un bono normal (sin protección) del mismo emisor, al mismo vencimiento (interpolado), cotizaría al 2,62%. Es decir, la diferencia entre el 2,62% y el 0,92% es el 1,70%. “Si pensamos que la inflación a dos años va a estar por encima de este nivel, deberíamos comprar los bonos ligados a inflación en lugar de los nominales (normales)”, sostiene.
Las previsiones de MAPFRE Economics, el Servicio de Estudios de MAPFRE, sitúan la inflación en la Eurozona alrededor del 2,5% para este año en su escenario base, el más probable, aunque esa tasa podría ampliarse hasta el 2,9% de empeorar los conflictos geopolíticos en curso, entre otros riesgos, por lo que estos productos podrían tener aún recorrido.
No obstante, la subida de los precios en otras áreas económicas es superior: en Estados Unidos, esta se situará en torno al 2,7%, mientras que en Reino Unido esta se amplía hasta el 3,2% y en los mercados emergentes en su conjunto, hasta el 6,2%.
“Si comparamos actualmente la rentabilidad de un bono nominal a dos años con la de un bono indexado a inflación, observamos que el mercado prevé unos niveles de subida de precios en Europa por debajo del 2%, cuando actualmente estamos en un 3,4% y tenemos abiertos conflictos geopolíticos como el de Ucrania o el Mar rojo que podrían volver a generar cuellos de botella en la cadena de producción y encarecer precios de trasportes y materias primas”, insiste Gómez.
Además, en periodos de subidas de tipos de interés, estos “suelen comportarse mejor que los bonos nominales”. No obstante, también existen algunas desventajas: su liquidez de mercado es menor y tienen, lógicamente, un comportamiento peor al de los bonos nominales en periodos de expectativas de inflación a la baja.
Freno a las expectativas de bajadas de tipos
Los mercados anticipan entre seis y siete recortes de tipos de interés, a pesar de que los datos no apoyan estas decisiones en el caso de Estados Unidos: la economía del país sigue mostrando fortaleza, y la inflación sigue en niveles aún altos como para que se den esas bajadas. De hecho, la subida de los precios en el país se situó en el 3,1% en enero, tres décimas por debajo del dato de diciembre, pero superior al 2,9% esperado por los analistas.
“En principio, el dato debería retrasar la expectativa de bajada de tipos”, explica Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión. “Parece que la inflación no baja tanto como se esperaba y se mantendrá alrededor de los niveles actuales, más alto de lo esperado por el consenso”.