Más incertidumbre: el Covid empeora el escenario para la economía china
Redacción Mapfre
¿Qué tienen en común magnates como Elon Musk, Bill Gates, Mark Zuckerberg o Tim Cook? Todos ellos, además de ser las cabezas visibles de sus respectivas compañías, son claros ejemplos de que Estados Unidos sigue manteniendo, su hegemonía mundial. Junto a estos célebres nombres, la posición de la economía norteamericana se ha reafirmado estos días con el dólar como protagonista, recuperando su presencia respecto al euro – que baja, por primera vez en un lustro, de la franja de 1,07 dólares.
La cuestión, sin embargo, da un giro de 180 grados cuando el análisis se desplaza a más de 11.000 kilómetros. Al otro lado del Pacífico, China, que apuntaba como futuro referente económico global (y, por el momento, mantiene ese estatus), se encuentra en un limbo azotado por el Covid: las severas medidas para mitigar la nueva oleada de contagios en el gigante asiático han añadido incertidumbre al país. A raíz de las restricciones, que han resultado en un mayor descontento por parte de la población china, la situación en las cadenas de suministros – que ya venían lastradas por las disrupciones en las materias primas – ha aumentado la presión sobre su actividad, acrecentando los miedos de una eventual recesión económica en el país (de hecho, sus últimos datos de PMI de la industria y los servicios se contrajeron – 48,8 puntos vs 51,2 de febrero). “Su situación dista de ser positiva y algunos analistas ya están revisando considerablemente sus previsiones a la baja”, afirma Ismael García Puente, gestor de inversiones y sector de fondos de MAPFRE Gestión Patrimonial (MGP).
Por su parte, Gonzalo de Cadenas-Santiago, director ejecutivo de MAPFRE Economics, añade a la ecuación los problemas asociados al mercado inmobiliario que siguen lastrando a la región: “No hay que olvidar el ‘caso Evergrande’ y la crisis soberano-financiera a la que se enfrentan”. García Puente reconoce, sin embargo, que, ante estos acontecimientos, “es difícil sacar conclusiones, y aún más con el VIX (índice de referencia de la volatilidad en los mercados) cerca de los 30 puntos”. Pero los expertos consideran que son malas noticias no solo para su dinámica interna sino también para los engranajes de la economía mundial.
Europa tampoco está exenta de riesgos
Los reajustes en las estimaciones de crecimiento y la inflación a nivel global (ambos agravados por la situación en Ucrania y China, principalmente) están provocando que “la foto del mercado sea más difícil de diseñar”, afirma el experto de MGP. Y Europa no es un caso aparte: España, sin ir más lejos, ya ha adelantado una rebaja considerable en las previsiones para este año, una tendencia que seguirán la mayoría de las economías de la Eurozona. Para Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, el conjunto de los riesgos sistémicos en Europa “son varias bolas de cristal juntas”. “La mediana de previsión de los analistas para este año es ahora del 4,5%, un dato razonable viendo las circunstancias actuales”, añade.
Dicho panorama ha generado que la incertidumbre en el viejo continente sea el factor central sobre el que se estén apoyando el resto de riesgos. “Está causando una serie de daños que a veces no son fáciles de medir, pero está claro que están indicando un menor crecimiento”, explica Alberto Matellán, que cree, además, que estaría afectando “sobre las decisiones de inversión y consumo de las empresas y las familias”.
Con esto, la búsqueda de activos que generen rentabilidad en este contexto de volatilidad se antoja más complicado. En este sentido, los últimos resultados trimestrales de las compañías podrían arrojar algo de luz a los inversores. “Todavía la muestra es pequeña, pero los primeros datos indican que las empresas están mostrando resistencia. Lo importante es ver cómo capean este entorno, y por el momento hay señales esperanzadoras”, reconoce el economista de MAPFRE Inversión. Sin embargo, subraya que el inversor debe fijarse más en las decisiones de las empresas con vistas al largo plazo y, a través de la gestión activa, “individualizar los análisis”.