Más allá de las elecciones en EE UU, ¿De qué está pendiente el mercado?
Redacción Mapfre
Los resultados de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos han dado una mínima ventaja a los republicanos en la Cámara de Representantes y han dejado en el aire la composición del Senado, que se decidirá hasta diciembre. En el mediano plazo, esto supone un posible bloqueo político, en particular a nuevas medidas fiscales. Sin embargo, los analistas coinciden en que el impacto de la votación en el mercado financiero es menor, pues sus ojos están puestos en lo que imponga la Reserva Federal (FED) y en la evolución de los principales indicadores macroeconómicos, en particular del IPC. La apuesta es que la tasa de inflación en octubre baje al 8% desde el 8,2% de septiembre. Según Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, su moderación hará que el banco central reduzca el ritmo de la subida de tipos.
Incluso si el gobernador de la Reserva, Jerome Powell, se rehúsa a rebajar el tono, el hecho es que los inversores ya contemplan una subida de tipos de hasta el 5% en 2023. Según Ismael García Puente, selector de fondos de Mapfre Gestión Patrimonial, mientras el alza no sea mayor, el sentimiento del mercado no empeorará. Por lo pronto, octubre ya ha dado alguna alegría a la Bolsa. Ambos analistas de MAPFRE coinciden en que hay un alivio respecto a la falta de liquidez y el riesgo a un desplome es muy reducido, aunque no se contemplan subidas brutales en el corto plazo.
Donde parece que la inflación sigue sin tocar techo es en Europa; en octubre alcanzó una tasa del 10,7%, y aunque el gas ha bajado drásticamente y cotiza ahora entorno a los 100 euros el megavatio hora, el vaticinio de los analistas es que la calma no durará. Matellán precisa que el coste es menor porque las reservas europeas están llenas y aún no llega la parte más dura del invierno. Pero se espera un pico de demanda entre enero y febrero que acabará con las provisiones y producirá un nuevo repunte de los energéticos. Del lado de los alimentos el panorama no es mejor, lo que está impulsando protestas sociales en algunos países de la región, como Francia. En medio de las huelgas y la rebaja en las previsiones macroeconómicas, la duda es si el BCE impondrá tipos por encima del 3%, algo que García Puente ve inviable.
El empeoramiento de la economía europea es palpable: la demanda interna ha caído por culpa de la inflación y la externa por el frenazo de la actividad en China. Los analistas creen que es difícil que la región pueda escaparse de la recesión el próximo año y en particular, aumentan las dudas de si la actual política monetaria podrá realmente contener la inflación, cuyo principal componente es la energía. En cualquier caso, el cierre de año parece ser un buen momento para que los inversores recompongan sus carteras.