MAPFRE AM analiza la banca: cautela ante las últimas turbulencias
Redacción Mapfre
Cristina Benito, directora de inversiones de renta variable de MAPFRE AM.
Nos encontramos en una situación diferente a la vivida en la crisis financiera de 2007 y 2008. En los últimos 10 ó 15 años, la gestión de los bancos ha mejorado y las exigencias regulatorias, también. Ahora los bancos están mucho más capitalizados y cuentan con balances más saneados.
No obstante, la crisis de confianza desatada tras el colapso de Sillicon Valley Bank primero y la crisis de Credit Suisse después, ha provocado una situación de alta volatilidad en el mercado y el índice del Stoxx 600 de Bancos ha corregido un 15% desde los máximos de finales de febrero, reduciendo la revalorización del sector en el año a solamente el 3%. Actualmente mantendríamos una posición de cautela con respecto al sector bancario debido a los últimos acontecimientos vividos en el sector.
Los bancos centrales han transmitido un mensaje de tranquilidad a los mercados, continuando con su hoja de ruta de subidas de tipos para controlar la inflación, a la vez que garantizan que proveerán a los bancos de la liquidez que sea necesaria.
Aun así, el mercado continúa atento a los bancos que considera más vulnerables y cualquier noticia puede desatar una corriente vendedora en el sector, como ocurrió la semana pasada tras la amortización de dos emisiones Tier 2 por 1.500 millones de dólares (1.380 millones de euros) por parte de Deutsche Bank. Los acontecimientos del último mes han tenido como consecuencia un incremento en la prima de riesgo del sector.
En cuanto a los resultados, creemos que en la primera parte del año continuarán siendo muy positivos, ya que continuarán recogiendo el ‘repricing’ del activo mientras que el del pasivo no vendrá hasta el segundo semestre.
Esperamos que la historia de mejora de márgenes toque techo en el primer semestre y deje de estar vigente en la segunda parte del año por varios motivos. Por un lado, el Euribor 3M ha caído de forma significativa y se han reducido las estimaciones para los próximos años: de un 4% al 3,2% para 2023 y de un 3,4% al 2,8% para 2024.
Por otro, los bancos comenzarán a ofrecer proactivamente depósitos a largo plazo en la búsqueda de una financiación más estable que evite problemas de liquidez, considerando la velocidad sin precedentes con la que se retiraron los depósitos en el SVB.
La presión en el coste del depósito vendrá por dos vías: 1) el incremento de la beta de los depósitos por la búsqueda de los bancos de una financiación más estable a largo plazo; 2) la migración de los depósitos de los clientes en la búsqueda de una mayor rentabilidad. Por último, el coste de la financiación mayorista también se incrementará estructuralmente debido a la creciente preocupación por la liquidez.
Todo lo comentado tiene como consecuencia un incremento en el coste del ‘equity ‘del sector y como consecuencia un descenso en las valoraciones. Mantendríamos una posición de cautela frente al sector favoreciendo aquellos bancos más defensivos, con un enfoque de banca minorista, capacidad de generación de ROE y una política de remuneración al accionista sostenible.