“Las Bolsas pueden comportarse bien de aquí a final de año”
Redacción Mapfre
La semana ha sido positiva para las bolsas y se prevé que siga siendo así, pese a la incertidumbre económica acrecentada por las tensiones geopolíticas. Así lo cree Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión. En su opinión, el último dato de IPC de EEUU (cae al 3,2% el general y al 4%, la subyacente) viene a confirmar el fin de la escalada de tipos en la primera potencia mundial e incluso el mercado adelanta ya posibles bajadas para antes del verano.
Como consecuencia, los mercados, principalmente de deuda, reaccionaron de forma agresiva, “incluso demasiado extrema”, en opinión del experto. El interés de la deuda estadounidense cedió ese día por debajo incluso del 4,50%, cerca de 20 puntos básicos menos que el día anterior y lejos del reciente 5%. “Hay problemas de crecimiento, pero los mercados están poniendo en precio el fin de las subidas de tipos por parte de la Fed e incluso han adelantado las bajadas futuras, lo que tiene mucho más peso”, añade Matellán. Dicho eso, advierte de que hay que tener cuidado, porque esto, por sí solo, “no es suficiente para dotar de solidez a esas subidas”.
Esa debilidad económica se manifiesta principalmente en la eurozona. Esta misma semana se conoció el PIB del tercer trimestre, que ha sufrido una contracción del 0,1%, lo que de nuevo anticipa un posible escenario de recesión. “Más que el dato en sí, me sorprende que esa debilidad haya llegado antes de lo previsto. Está claro que esta tendencia va a continuar durante los próximos trimestres, porque ya el consenso adelanta un dato débil para el año que viene (en torno al 0,8%)”, añade. Quizá España puede ser la excepción, con un crecimiento diferencial respecto al resto de países y unas mejores previsiones para 2024. No obstante, advierte de que “los problemas políticos que atraviesa el país podrían pasar factura en el futuro”.
También Japón se encuentra en una situación delicada (contracción del PIB del 0,5% en el tercer trimestre). “Japón lleva así varios trimestres, pero es verdad que esta vez el dato ha sido peor de lo previsto por dos razones: consumo más bajo y salarios reales muy negativos. Además, ha habido destrucción de inventarios y poca inversión. Esto demuestra los problemas económicos de Japón”, sentencia.