La Juventus y el viejo fútbol: ¿Excepción o generalidad?
Redacción Mapfre
Artículo de Luis García, CFA. Gestor del MAPFRE AM Behavioral Fund.
En los últimos días, se ha conocido la dura sanción recibida por la Juventus de Turín. El Tribunal de Apelaciones del fútbol italiano le ha impuesto a “la vecchia signora” una penalización de 15 puntos en el actual campeonato. Según la sentencia, se habrían alterado las cuentas para registrar plusvalías ficticias, manipulando el valor de determinados jugadores en operaciones de intercambio. Cabe recordar que la Juventus es, precisamente, uno de los pocos clubes de fútbol europeos que cotizan en bolsa, por lo que el efecto de la noticia se ha traducido también en una caída en el precio de sus acciones. Afortunadamente, por nuestros criterios de inversión, decidimos no incluirlas en nuestra cartera y nos centramos en otras opciones.
De manera natural, noticias de este tipo obviamente hacen saltar las alarmas en los mercados, especialmente en un sector, como es el del fútbol, en el que la llegada de inversores sofisticados (como se les suele denominar) es algo que está empezando a suceder de manera reciente. ¿Se trata de una muestra más del lado oscuro de la gestión de los clubes? ¿O es simplemente un caso puntual de mal gobierno corporativo, como puede suceder en otras industrias? Dado el momento tan único en el que se encuentra el sector, probablemente ambos argumentos puedan tener algo de razón. Me explico.
Decía Warren Buffett que el momento para invertir en un activo determinado es precisamente cuando nadie más quiere hacerlo. Es entonces cuando los precios estarán deprimidos, ante la ausencia de capital en busca de activos que comprar, y pueden aparecer las oportunidades. Por el contrario, cuando todo el mundo reconoce ya, de manera muy evidente, las bondades de una empresa o de un sector, el precio que se exigirá a los nuevos inversores que quieran entrar será tan alto que el margen de seguridad desaparecerá. Pues bien, en este sentido, el mundo del fútbol, desde la perspectiva de su relación con los mercados financieros, se encuentra probablemente en el punto de inflexión más significativo de su historia hasta ahora.
Hace tan sólo una década, resultaba completamente imposible plantearse invertir en este sector desde una perspectiva racional y basándose en criterios de análisis fundamental. Sin embargo, las cosas han empezado a cambiar recientemente, con firmeza, en la buena dirección. Esto no quiere decir, por supuesto, que ya todo funcione de manera perfecta, ni mucho menos. Simplemente, se están dando pasos muy significativos en una buena dirección, que está posibilitando profesionalizar la gestión económica del sector desde varios ángulos. Incluida la inversión en clubes.
Por eso, aplicando la sabiduría de Buffett, pensamos que este es precisamente un momento en el que se debe prestar especial atención. Por un lado, el flujo de capital hacia este nicho es todavía muy limitado en términos relativos, por los que los precios pueden resultar atractivos. Y, a la vez, la entrada en vigor de las normas de control económico (que, de nuevo, están todavía muy lejos de ser perfectas) ha contribuido a mejorar notablemente la situación financiera de un gran número de clubes y la sostenibilidad a largo plazo del sector en general.
Las oportunidades de inversión más atractivas pueden encontrarse en ocasiones en puntos de cambio a mejor que todavía no han sido detectados por la mayoría del mercado. Noticias impactantes como la del escándalo de la Juventus, juegan malas pasadas al cerebro humano, que automáticamente asigna una probabilidad mayor a la real de que estos eventos sucedan con frecuencia. Por supuesto, eso no quiere decir que no existan bastante más situaciones de mala praxis en el sector. De hecho, seguramente seguirán saliendo a la luz otros casos que asustarán a los inversores, que somos siempre miedosos por naturaleza, y harán más complicado el realizar un análisis frio y racional de la situación. Sin embargo, cuando estos miedos desaparezcan o queden muy reducidos, el momento óptimo de inversión según Buffett habrá quedado ya atrás…