Los ‘hedge funds’, apuesta récord contra los bonos del Tesoro estadounidense
Redacción Mapfre
Los fondos de cobertura están haciendo una apuesta récord contra los bonos del Tesoro estadounidense. Este gráfico utiliza datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas para compilar posiciones netas largas y cortas en deuda pública de EE. UU.. Existen grandes posiciones cortas frente a los bonos de dos, cinco y diez años.
Si bien habrá algunas apuestas de posicionamiento “fundamentales”, basadas en que los bonos del Tesoro seguirán cayendo en medio de una inflación persistente y que las tasas de la Reserva Federal (Fed) se mantendrán “más altas por mayor espacio de tiempo”, la mayor parte de la apuesta corta se atribuye al “comercio de base”: un arbitraje de diferencias de precios entre bonos en efectivo y futuros. Los fondos de cobertura toman prestado mucho dinero para este tipo de operaciones, de ahí los “fondos apalancados” a los que se hace referencia en el título del gráfico.
Según se informa, el tamaño de la apuesta tiene a los reguladores preocupados por los riesgos para la estabilidad financiera, especialmente porque los rendimientos cayeron en la primera semana de noviembre (lo que, según algunos observadores, fue una cobertura corta de esa misma apuesta, así como el resultado del optimismo sobre una política “suave”). En particular, el conocido administrador de fondos de cobertura Bill Ackman recientemente abandonó su propia apuesta corta contra bonos del Tesoro a 30 años, diciendo que el comercio (y el mundo) se había vuelto demasiado arriesgado.
La semana pasada tuvo pocas referencias macroeconómicas, cuya ausencia otorgaban un mayor protagonismo a los comentarios de los banqueros centrales. El lunes pasado le tocaba el turno a Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis y uno de los miembros del ala dura de la Fed, en sus declaraciones reconocía ser aún demasiado pronto para cantar victoria en la lucha contra la inflación.
En la misma línea argumentativa fueron los comentarios el jueves de Jerome Powell, que volvía a dejar la puerta abierta a una nueva subida de tipos, mostrando las dudas acerca de que lo hecho hasta el momento sea suficiente. Estas palabras llevaron al bono de 10 años a niveles del 4,65%, lo que significó un impulso en las tires de ocho puntos básicos.
En bolsa, la semana fue algo más tranquila, tomándose un respiro de las fuertes alzas vistas en los días previos y con el grueso de compañías del mercado habiendo ya publicado sus resultados del tercer trimestre. El escenario económico parece haber cambiado bastante respecto a la etapa pre-covid, nuevas variables han surgido o se han fortalecido en los últimos tres años y algunas de ellas tienen un impacto directo en las dinámicas que rigen las relaciones económicas.
Esto que parece verse tan claro en nuestro día a día no ha conseguido modificar por el momento las dinámicas de los mercados financieros, que siguen empeñados en continuar fuertemente ligados a los vaivenes de la política monetaria. En el cómputo de los cinco días se publicaron algunos datos que podrían apuntar a un 2024 algo más convulso en el crecimiento, como la caída de la producción industrial en Alemania (-1,4% en octubre) o el dato de confianza del consumidor americano, que ya no se siente tan optimista como hace meses.
También conocimos el dato de inflación en China correspondiente al mes de octubre, que salió una décima por debajo de lo esperado y sigue en territorio negativo en su medición interanual. El dato contrarrestó la buena cifra de importaciones que se dio a conocer el martes, y nos deja muchas dudas en cuanto a la recuperación del consumo en el país asiático.
Renta variable
Poco que comentar en una semana muy tranquila, tanto desde el punto de vista macro como de resultados empresariales. En cuanto a estos últimos conocimos las cifras de Walt Disney, que batió con comodidad las expectativas de los analistas y fue recompensado en bolsa tras anunciar una revisión al alza de su estimación previa de ahorro de costes para el año en curso.
El rendimiento de los índices estuvo otra vez más liderado por las grandes compañías estadounidenses, por destacar la revalorización de Nvidia (+7,4%), Apple (+5,5%), Microsoft (+4,8%) o Meta (+4,5%), que marcaron las diferencias entre los agregados americanos y el resto de bolsas internacionales. Los mercados asiáticos volvieron a ser arrastrados de nuevo por las compañías chinas y vuelven a protagonizar las caídas entre sus comparables de renta variable.
Renta fija
Los temores al crecimiento han regresado y están suponiendo una vuelta a la inversión de las curvas de deuda. A pesar de esto, las dudas en torno a la capacidad de repago de los estados suponen un soporte a las tires en los tramos largos. Sin ir más lejos, esta semana se vivió una de las peores subastas de bonos a 30 años de la última década en Estados Unidos, lo que es una fuente de preocupación teniendo en cuenta la necesidad de refinanciación de los países desarrollados y la falta de apetito que hay en los inversores por este tipo de emisiones. Los diferenciales de los bonos corporativos de mayor riesgo se estrecharon una semana más y continúan ignorando los riesgos latentes.
Divisas y materias primas
El dólar recuperó parte del terreno perdido la semana anterior, a lomos de las declaraciones de Powell y en unos niveles que continúan soportados por las diferentes velocidades en el crecimiento que muestran Estados Unidos y Europa. El gran derrotado de la semana fue el petróleo, que vuelve a cotizar en precios no vistos desde el mes de julio, arrastrado por las preocupaciones en torno al crecimiento, pero especialmente por un descenso de las probabilidades que otorga el mercado a una escalada bélica en el conflicto israelí.
Esta semana
Volverá el protagonismo de la macro, con datos destacados de IPC en Estados Unidos, que serán complementados por la publicación de cifras del mercado inmobiliario y otras muy ligadas al consumidor como las ventas minoristas. En Europa destacan, la publicación de la encuesta ZEW de confianza empresarial y conoceremos los datos de producción industrial del mes de septiembre en la Zona Euro. Destaca también la publicación en Japón de una primera estimación del crecimiento en el 3er trimestre del año.