Hacia un 2023 incierto para la economía
Redacción Mapfre
El deterioro de la economía se prolongará a 2023 pese al mejor desempeño del esperado en el tercer trimestre de este año. La persistente inflación regresará a tasas sostenibles hasta finales de 2024 y la política monetaria se mantendrá en terreno restrictivo al menos por seis meses más. En este contexto, habrá gran volatilidad financiera, se esperan correcciones en valor de activos y existe el riesgo de que el problema de liquidez se convierta en uno de solvencia. Así lo ha advertido este martes Gonzalo de Cadenas-Santiago, director de análisis macroeconómico y financiero de MAPFRE Economics, durante su participación en el evento ASEAFI Strategies el pasado 13 de diciembre.
Según su análisis, el crecimiento global oscilará en el 2% como resultado de la recesión de algunas economías, como Alemania o Estados Unidos. En el mediano plazo, “la recuperación será frágil y asimétrica”, explicó. La eurozona afrontará diferencias regionales debido al impacto de la guerra en Ucrania. “En Estados Unidos, los efectos de la política monetaria sobre el empleo aún están por llegar mientras que el G7 sigue enfrentando problemas de demanda (erosión de la renta, condiciones financieras) y de oferta (cuellos de botella y escasez de energía o materias primas)”, añadió.
En el largo plazo, el riesgo es que aumente la inflación subyacente y la deuda. De hecho, en su opinión, son dos de los detonantes de una posible recesión inflacionaria global. “El resto son los elevados costes de financiación; la fortaleza del dólar y las cicatrices económicas de la crisis, entre las que está la merma de los ahorros y la destrucción de Pymes”, puntualizó. Para hacer frente a estos retos, el experto de MAPFRE contempla posibles atenuantes, entre los que destaca el saneamiento del balance de las entidades financieras y los hogares, el alivio del precio del petróleo y la menor vulnerabilidad externa en países emergentes.
En cualquier caso, el sector asegurador se verá impactado en su negocio, aunque también se verá compensado por el nuevo ciclo. “Es posible que se registre una contracción de demanda en algunos ramos, aunque será compensada por otros”, señaló. Se avizora un aumento de costes de los siniestros, por lo que posiblemente suban los costes financieros y no financieros en adquisición y gestión. “Además, se prevén dificultades en la generación de negocio de vida ahorro por la subida de tipos, si bien se verá en parte compensado por un mejor comportamiento de los contratos ya existentes”, concluyó.
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