Otro golpe del conflicto sobre la economía: el petróleo rebasa los 125 dólares
Redacción Mapfre
Un nuevo escenario central se ha abierto paso entre los círculos de analistas. Ya están comenzando a trabajar sobre un contexto de revisión a la baja del crecimiento y un nivel de inflación que se espera todavía más alto. Inevitablemente, la situación en Ucrania no solo tendrá repercusión sobre la economía de la Zona Euro: los mercados ya están viviendo la extrema volatilidad que puede suponer un conflicto como el actual. De hecho, la reacción de las bolsas ante cada noticia nos hace pensar que las aguas están más agitadas de lo que pensamos.
El ejemplo más evidente lo estamos viviendo esta semana, con caídas y subidas no anticipadas y que, aparentemente, estarían demostrado el poder del miedo de los inversores sobre los activos de riesgo. Concretamente, en estas dos últimas semanas se ha producido una salida récord de los fondos que invierten en renta variable europea, algo que, a juicio de Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, podría agravarse “cuanto más dure el conflicto”. “Se está poniendo en precio un escenario negativo, pero dentro de lo razonable”, añade el experto, que advierte además que, en un contexto de volatilidad, “todavía hay margen de caída”.
El pesimismo que se cierne sobre los selectivos europeos se ha trasladado también al sector energético, uno de los grandes señalados del alza de la inflación y al que los expertos no se atreven a ponerle techo. Durante la semana, el barril de Brent, de referencia en Europa, llegó incluso a rebasar la barrera de los 125 dólares. Ismael García Puente, gestor de fondos y responsable de inversiones en MGP, cree que el precio del petróleo se ha convertido uno de los mayores condicionantes sobre el nivel de precios y el crecimiento: “Cada 10$ más sobre el precio del barril, es un 0,2% menos de crecimiento y un 0,5% más de inflación”. El economista jefe de MAPFRE Inversión cifra el techo en 150 euros, un precio difícil de superar “si se ponen en marcha otros mecanismos de producción”.
Pero ya hemos visto estas semanas que nada es imposible, y menos para Rusia, que podría entrar en default: algunas agencias de rating hablan de que las sanciones internacionales llevarían a un impago de la deuda soberana. Hasta septiembre no se atisba ningún vencimiento de los bonos en dólares, pero ojo: “Si el vencimiento fuese ahora, sería difícil ver esos pagos”, recuerda Alberto. En el mismo nivel de alerta se encuentra el sector empresarial ruso relacionado con la energía, que se vería comprometido, ya que, con el bloqueo a las importaciones por parte de algunos países, “se daría una menor demanda agregada sobre el combustible fósil. Esto es un contratiempo porque es una de sus mayores fuentes de ingresos”, explica Ismael.
Como consecuencia del encarecimiento de las commodities, ya se están viendo los primeros paros de actividad en algunas empresas. Para las grandes empresas -“que tienen recursos suficientes para cubrirse”, afirma el experto-, la situación sería menos complicada que para las más pequeñas: “Cuando esto ocurra, los gobiernos deben tomar medidas fiscales para paliar los efectos”, sentencia.