Varios frentes abiertos para el inversor
Redacción Mapfre
La economía mundial está en estos momentos en un punto de calma tensa: varios frentes abiertos están presionando las decisiones de los inversores en un contexto de cada vez mayor incertidumbre en los mercados.
Sin ir más lejos, la crisis geopolítica en Ucrania sigue presente. Más allá de las conversaciones de los países occidentales con el Kremlin para rebajar el tono, Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, cree que, aun sin haber todavía entrado en un escenario bélico, “ya estamos sufriendo las primeras consecuencias de la tensión”: “Subida de precios de la energía y, por ende, alzas en la inflación”. No obstante, en el peor de los casos, confiesa que los inversores deberían tener en cuenta que efectos más duros “no serían económicos, sino estructurales y sociales”.
Una de las cuestiones en torno a la cadena de suministro está en la reactivación de la demanda. La subida de precios en las commodities (en zona de máximos desde 2008 y cerca de récords históricos) podría, a juicio del experto, tener un “impacto positivo para empresas y países productores”, no así para los propios clientes, que se verían afectados por las derivas inflacionarias y por factores exógenos.
Lleva varios meses vigente, pero la inflación sigue en boca de todos, con unos niveles que desde Estados Unidos apuntan a ser más altos que el mes anterior (los analistas estiman un IPC del 7,3%). “Casi todos los economistas esperaban que el pico llegara en diciembre, y visto lo visto no será así, por lo menos, en Europa”, explica. Salvo sorpresas, añade que “el BCE no debería cambiar las decisiones ni los plazos marcados”.
En este contexto, el sector bancario es el que más se está beneficiando desde comienzos de año. Concretamente, y apoyado por el cambio en la expectativa de la curva de tipos, ha repuntado el negocio tradicional de los bancos: la concesión de créditos. “Veníamos de una década en que los bancos estaban perjudicados por las curvas bajas y la regulación. Y ahora parece que se benefician”, subraya Alberto.
Estos y otros muchos factores deben ser tenidos en cuenta en las carteras de inversión. Como explica Alberto, “venimos de un mercado volátil, y eso suele asustar al cliente minorista”. En la misma línea están los clientes más conservadores que, con mayor peso sobre la renta fija, están viendo cómo este tipo de activos se están viendo perjudicados. Por todo ello, señala que las claves deben ser “los objetivos de inversión y de ahorro”, especialmente el ahorro periódico, ya que “inmuniza a los inversores ante movimientos volátiles”.