Estados Unidos y la inflación marcan la senda de la política monetaria
Redacción Mapfre
El círculo de analistas ha acertado con las previsiones. El último dato de inflación en Estados Unidos (8,3% en abril, dos décimas menos que en el mes anterior, que fue el más alto en cuatro décadas) ha recogido una ligera moderación esperada por algunos expertos, pero inesperada también para los más agoreros que anticipaban un nivel de precios desbocado en el país norteamericano para los próximos meses. Aun así, el dato anunciado por la Reserva Federal sigue siendo alto y así seguirá, por lo menos, hasta otoño, apuntando hacia algunos factores, principalmente de carácter interno, que llevan agitando a los mercados y a los propios economistas.
Ya afirmaba recientemente Joe Biden que “la inflación era la prioridad nacional”, por los efectos que recaen sobre las familias y empresas estadounidenses. Pero, aunque el dato “vaya a generar ruido y volatilidad”, tal y como afirma Daniel Sancho, jefe de inversiones en MGP, esta moderación podría “dar un poco de aire a la Fed”. Sin embargo, Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, matiza que lo importante “no es el dato en sí, sino la previsión para el largo plazo”. La nueva política monetaria en Estados Unidos, encaminada a controlar la inflación, estaría allanando, por tanto, el camino para futuras decisiones tanto en Europa como en China:
- El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha afirmado que el nivel de precios se mantendrá en el entorno del 4,5% para 2022. Alberto Matellán cree que el dato es factible teniendo en cuenta “que seguirá en tasas altas hasta verano pero que se irán moderando a partir de otoño por cuestiones técnicas)”. Sin embargo, Daniel Sancho estima que la escasa visibilidad y la elevada incertidumbre “están trayendo un endurecimiento de la política monetaria sobre la ecuación, algo necesario para la economía europea”.
- Por su parte, el consenso de mercado anticipa que China, dependiente de las políticas del banco central americano (la liquidez china depende mucho de lo que haga la Fed) aprobará un nuevo paquete de estímulos económicos para evitar que el crecimiento se debilite. El experto de MAPFRE Inversión considera en este sentido que las políticas monetarias en el gigante asiático “no son necesarias”. “Las medidas que más le conviene deberían ser fiscales, por lo que veremos estímulos menos convencionales y que beneficiarán al crecimiento global”, añade.
Pese a las decisiones que se tomen en los próximos meses, la posibilidad de una recesión económica sigue todavía presente. El buen ritmo de crecimiento tras la pandemia se ha visto interrumpido por una guerra no anticipada en Ucrania. El economista cree que, “aunque se espere un crecimiento más bajo (las estimaciones hablan de un 3,5% en Europa para este año), sigue siendo positivo”, no descartando una eventual crisis que, de producirse, aliviaría por un lado la presión sobre los precios de las materias primas, en especial del petróleo (actualmente por encima de los 100 dólares el barril de Brent).
Sin quitar la mirada sobre los mercados, Alberto Matellán reconoce que la renta variable “no tiene muchos argumentos para vivir un mayo positivo”, principalmente por el entorno actual en el que se tienen que mover los inversores. “Pero los baches no deberían asustar, debemos relativizar la mirada del corto plazo y centrarnos en un mayor plazo de inversión”, aclara Daniel Sancho. En esta línea, el experto de MAPFRE Inversión agrega que, frente a la caída en la gran mayoría de clases de activos, “no hay que centrarse únicamente en activos de mucho riesgo, sino contar con una cartera diversificada a través de la gestión activa”.