Las empresas sostenibles, una apuesta segura en Bolsa en época de incertidumbre
Redacción Mapfre
La pandemia y la guerra en Ucrania amenazan con dejar un mundo más empobrecido e inestable. Por primera vez en 40 años, la inflación ha vuelto a tocar cifras de dos dígitos, la depreciación de activos financieros mundiales supera ya los 37 billones de euros y la deuda pública de muchos países, incluido España, ha alcanzado nuevos máximos históricos. La crisis energética propiciada por la invasión rusa es el último riesgo que se suma a la lista. Sin embargo, también puede ser el incentivo que se necesitaba para impulsar una economía sostenible. Así lo cree José Luis Jiménez, director general de Inversiones de MAPFRE, quien asegura que la economía se encuentra ante un “cambio de paradigma similar a lo que ocurrió al final de la Segunda Guerra Mundial o durante la década de los años noventa”. “Algo que la pandemia global ha vuelto a empujar hacia un bajo crecimiento, lo que ha generado cuellos de botella en las cadenas de producción junto a importantes tensiones inflacionarias”, añadió.
Durante su participación en el I Foro Económico y de Gestión Patrimonial, organizado por MAPFRE Gestión Patrimonial y celebrado en la sede de Deusto en Bilbao este miércoles, diversos analistas (junto a expertos de MAPFRE, participaron David Ruiz, Director de Desarrollo de Negocio en Deusto Business School; Jesús Martínez, director de financiación y tesorería de Iberdrola; Raúl Gómez, CFO de Vidrala; Fernando Gómez-Bezares, Catedrático de Deusto; Sophie del Campo, Directora General de Natixis IM Distribution-Europa del sur y Latam: y Javier Villegas, Director General de Franklin Templeton–Iberia) coincidieron en que los objetivos de desarrollo sostenible cada vez influyen más en la actividad financiera. Los clientes prefieren, a su vez, este tipo de inversiones porque además de generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente, son más seguras e igual de rentables.
El escenario actual, en el que se prevé una escasez de gas, ya ha dejado claro la importancia de los criterios medioambientales y, en definitiva, el futuro pasa por las renovables. En este sentido, una clara referencia es Iberdrola. Según Jesús Martínez, director de Financiación y Tesorería del grupo, la apuesta por las energías limpias, entre otros factores, ha permitido que las pérdidas registradas este año en Bolsa hayan sido menores a la media del mercado.
Pero no solo se trata de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. La sostenibilidad también implica criterios de gobierno corporativo, como puede ser el control del gasto. Jiménez destaca al respecto que lo socialmente responsable en este contexto de crisis sería evitar un incremento de la deuda. Es una máxima que aplica a empresas y Gobiernos por igual, pues cualquier entidad incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras es incapaz de alcanzar un mejor rendimiento en el largo plazo y de atraer nuevos inversores. Aunque resaltó que, para el caso de MAPFRE, la clave dentro de los criterios ESG es la “S”, “porque para nosotros lo primero son las personas”. En cualquier caso, los analistas coinciden en que el boom de las carteras sostenibles no es una moda transitoria, pese a que su taxonomía aún genera incertidumbre. Según un informe de Morningstar, los fondos de los artículos 8 y 9 representan
actualmente en torno a un cuarto del total de fondos de la Unión Europea. En España hay alrededor de 65.000 millones de euros de productos correspondientes a dichos artículos, lo que demuestra que el sector se está ordenando. No obstante, sigue siendo recomendable mantener una cartera diversificada. Al respecto Daniel Sancho, jefe de inversiones de MAPFRE Inversión, detalla que se necesita “ser realistas y tratar la inversión socialmente responsable con sentido común y pragmatismo con el fin de ofrecer carteras al cliente con el riesgo más bajo”.
MAPFRE comparte la idea de hacer un acercamiento al mundo sostenible, incluso desde su creación, puesto que, en los Estatutos fundacionales, como reconoció Jiménez, ya se contemplaba la palabra RSC que ha ido evolucionando a lo que se conoce hoy como sostenibilidad. En el terreno de los productos, MAPFRE AM, la gestora del Grupo asegurador, cuenta con dos fondos enmarcados dentro del artículo 8 y calificados como ‘Inversión Socialmente Responsable’ (ISR). El primer fondo es MAPFRE AM Inclusión Responsable, que pone el foco en aquellas compañías que apuestan por la inclusión laboral de personas con discapacidad. El segundo es el MAPFRE AM Capital Responsable, un fondo mixto que persigue la preservación de capital y el crecimiento con un horizonte temporal de largo plazo. De acuerdo con los analistas, las inversiones más seguras en la actualidad son las que se fijan entre cinco y diez años, pues están exentas de los cambios que ha padecido el mercado en los últimos ocho meses, cuando estalló el conflicto en Ucrania.
Oficina en Bilbao
La clausura del evento corrió a cargo de Javier Olías, director general territorial Norte de MAPFRE, junto a Enrique de la Fuente, director de la oficina de Mapfre Gestión Patrimonial en Bilbao. La oficina en la localidad comenzó su andadura a comienzos de 2020. De hecho, desde entonces no ha parado de crecer y acaba de incorporar a José Luis Palazón Pascual, que cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector financiero, con puestos de relevancia en entidades como Consulnor-Banca March o Bankinter y, más recientemente, en una EAF independiente bilbaína.
MGP, que ofrece un asesoramiento financiero profesional a sus clientes. Actualmente, cuenta con siete oficinas en territorio nacional y atiende a más de 12.000 clientes. El cliente de MGP tiene acceso a una plataforma con una oferta de más de 15.000 fondos de inversión de las mejores gestoras del mundo con la que puede suscribir, traspasar y/o reembolsar de una manera completamente dinámica.
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