El ciclo económico o cómo estar vivo y muerto al mismo tiempo
Redacción Mapfre
El ciclo económico actual y la superposición cuántica son dos conceptos muy diferentes, pero tienen en común la incertidumbre y la imprevisibilidad. El ciclo económico se refiere a las fluctuaciones naturales del crecimiento y la contracción económicos, mientras que la superposición cuántica se refiere al concepto de la mecánica cuántica de que una partícula puede existir en múltiples estados al mismo tiempo.
El ciclo económico actual es el resultado de diversos factores, como los cambios de consumo, las políticas gubernamentales, los avances tecnológicos y los acontecimientos globales no anticipados, como una crisis geopolítica o cualquier tipo de cisne negro. El ciclo suele seguir un patrón en el que la economía crece durante la fase de expansión, alcanza un pico y se ralentiza durante la fase de contracción, y toca fondo durante la fase de depresión y es catalizador de la dinámica o del mecanismo de expectativas.
Duración, intensidad y el momento de cada fase no son, evidentemente, fases ciertas y se someten a la especulación y, en muchas ocasiones, a la aseveración desentrenada. Vivimos tiempos de aseveración económica desentrenada, donde todo puede coexistir al mismo tiempo. Por un lado, vemos claros indicios de inminente contracción con una política monetaria en terreno restrictivo, con correcciones en la renta y riqueza de los diferentes agentes, con valoraciones que flirtean con la exuberancia irracional (Shiller, 2000) y anticipan correcciones y cambios en el stress crediticio. Pero, a la vez, estamos seguros de que inauditas tasas de empleo y paro en EEUU, unidas a señales (que yo entiendo anecdóticas) de alta frecuencia y crecimiento salarial, así como los cambios de tono de la política monetaria, con algún receso en la inflación general, nos llevan a esa arcadia deseada del soft landing y a pensar que todo está bien. No hay crisis significativa a la vista. O quizá sí la hay. O quizá las dos cosas.
La superposición cuántica también se caracteriza por la incertidumbre y la imprevisibilidad. En mecánica cuántica, una partícula puede existir en múltiples estados simultáneamente hasta que es observada, momento en el que colapsa en un único estado. Este fenómeno desafía nuestra comprensión clásica de la realidad, ya que las partículas pueden existir en diferentes lugares y estados al mismo tiempo. Eso significa que el resultado exacto de un experimento sólo puede predecirse mediante probabilidades, lo que dificulta determinar el estado exacto de una partícula antes de la observación y lo que posibilita tener múltiples expresiones de un estado “ex ante”. Es decir, antes de que la probabilidad colapse en un único estado (el famoso gato vivo y muerto de Scrhhödinger).
Tanto en el ciclo económico actual como en la superposición cuántica existe un nivel de imprevisibilidad e indeterminación. Pero más allá de eso, parece estos días en que ambas disciplinas aceptan que se puede estar y no estar en recesión y expansión. O vivo y muerto al mismo tiempo.