Últimas noticias:

“La baja cotización del sector automovilístico puede abrir oportunidades en el futuro cercano”

Oct 23, 2024

Redacción Mapfre

Redacción Mapfre

En la entrevista del mes de MAPFRE AM, hablamos con Lucas Maruri, gestor de renta variable, que hace un repaso por la cotización de varios sectores en lo que va de 2024. Un ejemplo llamativo es el del sector automovilístico, que se enfrenta a un panorama cada vez más competitivo, con la irrupción de nuevos actores, tecnologías disruptivas y una demanda en rápida transformación. “El sector se encuentra en niveles históricos de valoración reducida, lo que podría abrir la puerta a interesantes oportunidades en el futuro cercano”, destaca.

 

  • ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en MAPFRE AM y cuáles son tus funciones?

El próximo febrero cumpliré dos años trabajando en MAPFRE AM. Junto a María Torres, formo parte del equipo de renta variable en Gestión Discrecional de Carteras, liderado por Cristina Benito. El objetivo primordial de la división de Gestión Discrecional de Carteras es realizar inversiones que neutralicen el pasivo, o, dicho de otro modo, que generen una rentabilidad suficiente que permita cumplir con obligaciones futuras del grupo. Por ello, más del 80% de las inversiones financieras se realizan en renta fija.

Una vez satisfecho ese primer objetivo, entra en juego el segundo: generar una rentabilidad adicional que ayude afrontar costes operativos en las actividades de inversión, aporte resultado financiero a la cuenta de resultados del grupo y en ocasiones permita reforzar el balance u otorgar rentabilidad extra para el accionista. Por último, y no menos importante, también es prioritario la gestión de la liquidez, para cubrir necesidades que puedan surgir a corto plazo.

Es en este segundo objetivo donde se encuadra la renta variable, y son esas las prioridades que manejamos a la hora de diseñar la cartera: nuestra función es generar resultado financiero adicional y para ello, invertimos en acciones de compañías cotizadas, ya sea de forma directa o a través de la gama de fondos MAPFRE. Las inversiones que gestionamos desde mi equipo representan un modesto porcentaje (el 5,5%) de los activos que la aseguradora tiene en su balance, aunque debido a la naturaleza más arriesgada de la renta variable, estos pueden llegar a representar una parte sustancial de los beneficios financieros.

 

  • Teniendo en cuenta que gestionas el balance de la aseguradora, ¿cuáles son las prioridades a la hora de elegir activos de renta variable? ¿En qué tipo de empresas crees que MAPFRE encuentra más valor a la hora de invertir?

Para acometer nuestras funciones, hemos de filtrar el gran universo que es la bolsa europea, y seleccionar aquellas acciones con sólidas perspectivas de rendimiento en largo plazo. En esta tarea, realizamos una labor continua de análisis y comunicación con las empresas en las que invertimos. Ello nos permite ahondar en el conocimiento de la realidad de las compañías, de las oportunidades y amenazas a las que se enfrentan, y así intentamos adaptarnos a las condiciones cambiantes del mercado, anticipándonos a potenciales tendencias adversas y optimizando el binomio rentabilidad-riesgo.

Con todo, no es de extrañar que el mayor valor para MAPFRE lo encontremos en empresas de gran capitalización, con modelos de negocio probados y bien establecidos, que además cuenten con buenas perspectivas de futuro. El equipo directivo ha de generarnos confianza, principalmente respecto a sus decisiones de asignación del capital. A su vez, tenemos una clara preferencia por empresas que destaquen en su gestión del riesgo medioambiental, en su alineación de intereses con los diferentes stakeholders y en sus estándares de gobernanza.

 

  • Las tensiones en Oriente Próximo están provocando volatilidad en el precio del petróleo. ¿Cuál es el impacto en la cotización de las empresas petrolíferas? ¿Qué tal está siendo 2024 para este sector?

Lo que llevamos de 2024 no ha sido un buen periodo para las petroleras en bolsa. Después de ver beneficios extraordinarios en 2022-2023, a calor de la escalada de los precios energéticos fruto de la invasión rusa en Ucrania, este año ha traído una esperada normalización en los precios del crudo y gas, y en los márgenes de refino. La consecuencia para las petroleras menos eficientes (con un mayor “break even” por barril equivalente) o más expuestas a los vaivenes de las materias primas (aquellas con más exposición a actividades de exploración y producción), es una rápida afectación de sus generación de flujo de caja, lo que, de sostenerse en el tiempo, fuerza a sus directivos a recortar sus planes de recompra de acciones, de pago de dividendos o planes de inversiones orientadas al crecimiento, o aceptar que, durante una temporada, su deuda subirá.

El conflicto actual en Oriente Próximo por el momento no ha afectado a los niveles de producción o transporte de crudo o gas globales. Sin embargo, ha habido cierto ruido en mercado, pues existe el riesgo a una escalada bélica que involucre a Irán y afecte al tránsito en el estrecho de Ormuz, paso marítimo por el que circula una cuarta parte del petróleo y una tercera parte del gas natural licuado (GNL) que se consume en el mundo.

En MAPFRE AM, a la hora de invertir en compañías de este sector, evaluamos muy cuidadosamente sus planes a medio y largo plazo de reducción de emisiones de efecto invernadero de alcance 1 y 2, y periódicamente comprobamos si efectivamente van avanzando hacia la consecución de dichas metas.

 

  • Por su parte, los precios de la electricidad se han relajado en los últimos meses, llegando incluso a tocar precios cero. ¿Cómo ha afectado a las compañías eléctricas que cotizan en Bolsa?

Para el sector eléctrico, 2024 está siendo un año de ganancias bursátiles moderadas. Sin embargo, existe una gran dispersión atendiendo a los diferentes modelos de negocio de las compañías del sector.

Por un lado, tenemos a las compañías que exclusivamente se dedican a la generación con renovables. Estas “generadoras puras” están sufriendo un fuerte castigo en el precio de sus acciones, debido a los bajos precios del pool eléctrico, pues dichas compañías se ven obligadas a vender la electricidad según la producen, que es el momento en el que mayor es la oferta (y no necesariamente mayor es la demanda) de electricidad en el sistema. Un ejemplo de ello son las fotovoltaicas en las horas de más sol a lo largo de los meses de verano. Este tipo de inversiones habría que evitarlas a toda costa. Por eso, a la hora de invertir en generación, es preferible hacerlo en generadores que tengan toda su producción vendida a un precio fijo que garantice su rentabilidad (PPAs) o en generadores flexibles. Estos últimos son aquellos que puedan elegir cuándo generar, o que, de no poder hacerlo, cuenten al menos con sistemas de almacenamiento de energía (baterías, hidráulica de bombeo) que les permitan arbitrar entre el momento más idóneo para generar y el más idóneo para verter la red lo generado.

En bolsa también encontramos compañías que aún mantienen alto porcentaje de exposición a tecnologías heredadas de generación, que son más sucias, como puede ser el carbón. Nosotros vemos como perdedores a medio/largo plazo este tipo de compañías, y las excluimos de nuestro universo de inversión en base a este criterio.

Por otro lado, existen compañías que operan redes de transporte o distribución, una actividad regulada, cuya rentabilidad depende del grado de eficiencia operativa, así como de la remuneración que establezca en cada caso el regulador. En esta área vemos una necesidad de inversión sin precedentes, por una mayor descentralización de la generación eléctrica, a la par de una mayor electrificación en la demanda (piénsese por ejemplo en la necesidad de puntos de carga para una floja creciente de vehículos eléctricos). Ambos fenómenos supondrán un sustancial crecimiento en la base de activos regulados. Sin embargo, aquí hay que diferenciar según la exposición por país, dado que cada establece un entorno regulatorio diferente.

Por último, están las compañías integradas, que son aquellas que cubren varios eslabones de la cadena de valor. Generalmente tienen un mix bastante diverso de generación, cuentan con activos de distribución y una amplia posición de clientes en comercialización. Este tipo de compañías son las que más nos gustan, pues son las que cuentan con la generación más flexible, atesoran posiciones de dominio y suelen estar muy bien gestionadas, creando buen valor con sus decisiones de asignación de capital y remunerando atractivamente al accionista.

 

  • Otro de los sectores a los que prestas atención es la automoción, de rabiosa actualidad tras el anuncio de aranceles a los coches eléctricos chinos por parte de la UE. ¿Cómo afrontan esta situación las compañías automovilísticas europeas? ¿Cómo se están viendo afectadas en los mercados por esta medida?

El sector automovilístico está protagonizando la peor evolución bursátil en lo que va de año. Las grandes marcas y los fabricantes de autopartes tradicionales se están enfrentando a un panorama cada vez más competitivo, con la irrupción de nuevos actores, tecnologías disruptivas y una demanda en rápida transformación. Además, las mayoras tasas de interés no ayudan en un sector en el que las ventas generalmente son a crédito. Este escenario genera una alta incertidumbre, lo que nos ha llevado a evitar el sector por el momento.

Este entorno altamente cambiante está exigiendo grandes inversiones de capital para mantenerse a la vanguardia y ser más eficientes, en un sector ya de por sí altamente intensivo en capital. Los fabricantes europeos y americanos necesitan poder competir con la agresiva oferta de vehículos eléctricos de fabricantes chinos, que son muy competitivos en precio y en los últimos años han elevado sus prestaciones. Así, la posición dominante de las grandes marcas está siendo amenazada, ya que estas resultan ser menos eficientes en costes. Grandes inversiones se están destinando a nuevas plataformas que permitan renovar el catálogo y ofrecer vehículos de diferentes tecnologías (híbridos MHEV, HEV, PHEV o 100% eléctricos). A la par, nuevos actores como Tesla o Rivian han demostrado que la gran fuente de valor el mercado la reconoce en el software, como elemento diferencial principal, pues es la que permitirá pronto una conducción 100% autónoma y una experiencia de usuario completamente conectada.

Probablemente pasarán años antes de que se determine quiénes serán los ganadores en este nuevo entorno competitivo, que por ahora está suponiendo una fuerte presión sobre los precios, la rentabilidad y la capacidad de generación de caja para la mayoría de las compañías. No obstante, dado que el mercado es consciente de estas realidades, el sector se encuentra en niveles históricos de valoración reducida, lo que podría abrir la puerta a interesantes oportunidades en el futuro cercano.

 

  • Por último, los PMIs europeos de septiembre mostraron la primera contracción en siete meses, lastrados principalmente por Alemania y Francia. ¿Qué podemos esperar de las compañías industriales y de bienes de equipo en los próximos meses?

Los sectores cíclicos como el industrial o el de bienes de equipo en términos generales están firmando un buen año en bolsa. Esto debería sorprendernos, pues tal y como comentas, el crecimiento económico en Europa sigue estancado, sin señales de una fuerte expansión que impulse las ventas de las compañías más dependientes del ciclo económico. Por su parte, China mantiene un consumo deprimido y persisten las dudas sobre la salud de su sector inmobiliario.

No obstante, hay que tener presente que la buena evolución sectorial se explica gracias a la evolución de ciertos ganadores que, a pesar de un contexto general poco favorable, logran seguir creciendo gracias a su buen posicionamiento en ciertas tendencias clave. Un área de crecimiento está siendo la electrificación, impulsada por el auge de los vehículos eléctricos o la transición hacia fuentes de energía más limpias, la innovación en baterías y sistemas de carga. Las empresas bien posicionadas en estos mercados se están beneficiando considerablemente. Otra área es la construcción de centros de datos, altamente demandados por la inteligencia artificial y el almacenamiento en la nube, favoreciendo a las compañías que proporcionan infraestructura y servicios relacionados. Por otro lado, las inversiones en infraestructuras estratégicas y movilidad sostenible, como el desarrollo de redes de transporte eficientes y sostenibles, son apoyadas por programas de estímulo fiscal tanto en Europa como en Estados Unidos. Este tipo de inversiones no solo promueven un crecimiento sostenible, sino que también ofrecen oportunidades a largo plazo para las empresas involucradas.

El panorama para los próximos meses sigue siendo incierto. Tal vez las bajadas de tipos de interés en EE. UU., Europa y China consigan estimular la demanda y, con ella, estos sectores se beneficien de una -todavía- mejor evolución bursátil.

 

  • Hobbies: Lectura, ajedrez, viajar. Deporte en grandes dosis: fútbol, escalada, natación, correr, snowboard, pádel y squash (este último aprovechando las instalaciones de MAPFRE).
  • Un plato: Fuera de la dieta mediterránea, me quedo con la cocina nikkei, que es la fusión de probablemente dos de las mejores gastronomías del mundo: la japonesa y la peruana.
  • Una ciudad/país: Cualquier lugar de la costa norte de España, desde Irún hasta O Muíño.
  • Un grupo musical/cantante: ¿Sólo uno? imposible: Bill Withers, Marvin Gaye, Al Green, Aretha Franklin, Nina Simone, Stevie Wonder…
Share This