“Los componentes del IPC de la Eurozona mantienen alerta al BCE”
Redacción Mapfre
La inflación de la eurozona se va acercando progresivamente al objetivo, pero el camino podría tener más baches de los previstos. El IPC de agosto se situó en el 2,2%, cuatro décimas menos que en julio, debido sobre todo a una relajación en la subida de los precios de la energía. Pero el diablo está en los detalles. Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, advierte de que el detalle de los componentes cuenta una historia distinta.
“La caída de cuatro décimas se debe a la energía, que es un componente mucho más volátil, mientras que los servicios siguen muy por encima y no permiten al BCE relajarse”, señala, y añade que la situación de los banqueros centrales en este momento es especialmente incómoda porque “los datos les atan las manos”.
No obstante, y pese a esa desigualdad en los componentes, el Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión de bajar los tipos de interés otros 25 puntos básicos en su reunión de septiembre, hasta situarlos en el 3,5%. Y podría no ser la única.
“El organismo podría tener espacio para hacer alguna bajada adicional de aquí a final de año. Hasta ahora el crecimiento ha sido aceptable, la inflación más benigna y la evolución salarial menos preocupante, pero todavía va a necesitar evidencias en la buena dirección”, destaca Eduardo García Castro, economista sénior de MAPFRE Economics
Las del Banco de España para la economía española también han sido revisadas, aunque con un tono más positivo: estas se han elevado medio punto porcentual en 2024 hasta alcanzar el 2,8%, en tanto que para 2025 las han aumentado tres décimas hasta el 2,2%, y para el año siguiente, en dos décimas, situándose en el 1,9%. El economista jefe de MAPFRE Inversión recuerda que estos análisis vienen siempre con cierto retraso y que el consenso espera incluso un crecimiento algo superior a ese 2,8% en 2024.
El tono positivo se extiende también a los mercados, con el IBEX 35 en sus niveles máximos desde 2015. Matellán cree que hay motivos para el optimismo. “Hay múltiples razones que sostienen la subida del IBEX, como las bajadas de tipos o las expectativas de crecimiento e inflación, al menos desde el corto plazo”, sostiene. No obstante, recuerda la importancia de ser selectivos en cuanto a valores. “Siempre hay oportunidades si somos selectivos con los valores, y para eso es necesaria la gestión activa”, recalca.