China preocupa a los inversores, aunque hay voluntad por parte de su Gobierno
Redacción Mapfre
Los últimos datos macroeconómicos de China han puesto en alerta a los inversores. Esta misma semana se ha conocido que el PMI del gigante asiático retrocedió en agosto a los 51,7 puntos desde los 51,9 de julio, convirtiéndose así en el octavo mes consecutivo de expansión de la actividad económica (al estar por encima de 50 puntos), pero con un deterioro visible respecto a los meses previos.
Esa debilidad en aumento se une a una reapertura que no ha sido tan fuerte como la esperada en un primer momento, y a los problemas que presenta el sector inmobiliario del país.
Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, explica que los últimos datos que se han conocido son negativos y que “se están juntando muchas cosas” en el país que causan esa preocupación a los inversores.
“En la década pasada había momentos en los que China iba mal, aunque ahora es más generalizado y esto preocupa a los inversores. No obstante, los datos tienen aún un margen de empeoramiento. Por parte del Gobierno hay recursos y voluntad”, destaca.
La diferencia esta vez para el experto es que las medidas de apoyo tanto por parte del Ejecutivo como del Banco Popular de China están siendo más lentas y medidas. “En otras ocasiones van con todo”, confirma. “Al mismo tiempo, hay muchos recursos y no se espera un impacto dramático para los mercados”.
En occidente, los mercados han presentado una tendencia lateral durante el verano y, por el momento, los inversores profesionales están apostando por refugiarse en los activos invertidos y esperar a los próximos movimientos para tomar decisiones.
“Se esperaban cambios significativos en verano, pero no ha habido. Ahora, para el último trimestre del año, se prevé un empeoramiento económico y mensajes divergentes por parte de los bancos centrales, pero no hay nada que sea lo suficientemente significativo como para esperar una gran subida o caída”, comenta.
Respecto a los bancos centrales, Matellán ha explicado que el Banco Central Europeo (BCE) está en modo “esperar y ver”, al necesitar más información para actuar, aunque no se esperan grandes movimientos.
La Reserva Federal estadounidense (Fed), por su parte, tuvo un discurso neutral en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole, aunque más alcista de lo esperado por el mercado. No obstante, el economista jefe de MAPFRE Inversión explica que el mercado tiene la tendencia a ser más bajista que los bancos centrales respecto a tipos de interés.
El petróleo, al alza
El precio del petróleo, tanto en el caso del WTI Texas como el crudo Brent, ha experimentado una subida esta semana tras conocerse que Arabia Saudí y Rusia habían decidido aplicar recortes adicionales a las exportaciones. Así, Arabia Saudí ha ampliado la reducción de un millón de barriles hasta finales de año, tras anunciar en julio que ese recorte se extendería hasta septiembre, mientras que Rusia llevará a cabo una reducción adicional voluntaria del suministro de 300.000 barriles por día.
El economista jefe de MAPFRE Inversión cree que la clave está en que la subida del precio se debe a la gestión de la oferta, y no a la demanda, por lo que son decisiones del corto plazo. “Tiene poco recorrido. SU impacto dependerá de cuánto dure, del tiempo que se mantenga en niveles de precios altos”, señala.
Además, recuerda que esa alza de los precios tiene muchos impactos, siendo uno de ellos el inflacionista, lo que podría poner en peligro la percepción de que los tipos se mantendrán donde están por la caída de la inflación. “Su impacto será limitado y es improbable que se desencadene esto”, incide
Sin cambios en la cartera
Matellán afirma que, de cara a estos próximos meses y como inversores profesionales, no se ha hecho ningún cambio en la cartera y ha insistido en que hay momentos, como el actual, en los que lo mejor es “no tocar nada”.
“Lo que recomendaría a los inversores es que no se pongan nerviosos. Uno de los principales problemas es el aburrimiento. Les pone nerviosos, pero hay momentos en los que lo mejor es no cambiar nada”, insiste.