“No creo que haya una burbuja en las bolsas, aunque lo que esté provocando las subidas no tenga mucho sentido económico”
Redacción Mapfre
Al debate continuo sobre una inflación transitoria o permanente, se ha sumado ahora otro entre un grupo ya nutrido de analistas: ¿se está formando una burbuja en los mercados de renta variable y de renta fija que podría estallar en los próximos meses? Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, explica, en Radio Intereconomía, que una burbuja se forma cuando las subidas no tienen un soporte sólido detrás que las justifiquen y, en estos momentos, y aunque carezca de sentido económico, se deben a las políticas de los bancos centrales y la inyección masiva de dinero en los mercados. Dicho eso, considera que un cambio importante en el escenario de tipos podría llevar a una “brusca corrección” que podría llegar, según el experto, en la primera mitad de 2022.
A un escenario de inflación más alta, se junta el deterioro de las expectativas de crecimiento. Esta misma semana, el FMI alertó sobre ese incremento de precios y sobre que la economía mundial está perdiendo fuelle. Matellán reconoce que el escenario de crecimiento es más flojo que hace unos meses, pero “se trata de una vuelta a una cierta normalidad con unos datos que siguen siendo positivos”. Aun así, cree que es importante ver cómo está afectando esto al inversor, puesto que “se está reduciendo mucho el optimismo que reinaba hasta verano e incluso con riesgo de convertirse en pesimismo en algunos casos”, añade.
Además de los datos macroeconómicos, ha comenzado la temporada de resultados de las empresas en EEUU. Y es evidente que estos factores, como el repunte de precios, pueden estar afectando a los resultados. De nuevo, Matellán cree que se trata de un proceso de normalización y no de un rebote más artificial provocado por la pandemia como hasta ahora y, por ello, es normal que esperemos peores resultados. No obstante, más que la cifra en sí destaca tres asuntos en los que debemos fijarnos. Por un lado, en cómo está impactando la inflación en los márgenes, es decir, de si las empresas pueden soportar esa subida de precios o las tienen que repercutir en el consumidor final. Además, hay que observar cómo influyen esas escaseces, tanto de microchips como del mercado laboral. Y, por último, ver cuál es la guía de las empresas para el año próximo y, en este sentido, Matellán ve necesario que sean prudentes “para evitar que el riesgo de decepción sea mayor”.
Por último, y a la espera de confirmarse si la inflación realmente es un fenómeno transitorio, recomienda a los inversores particulares que analicen con su asesor si la cartera que tiene actualmente está protegida para afrontar un escenario de precios más elevados.