Aumentan los riesgos de digitalización y ciberseguridad en el sector asegurador
Redacción Mapfre
Los riesgos relacionados con la digitalización y la ciberseguridad para las compañías del sector seguros no dejan de aumentar, y se sitúan ya en niveles muy altos. Según el informe Insurance Risk Dashboard publicado recientemente por la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, por sus siglas en inglés), la frecuencia de los incidentes de ciberseguridad ha aumentado desde el año pasado, y seguirá siendo una preocupación creciente de cara al año que viene.
“La frecuencia de los ciberataques en todas las áreas de actividad ha aumentado desde el tercer trimestre del año pasado, según los datos públicos disponibles”, explica EIOPA, que advierte de que el sentimiento negativo respecto a la ciberseguridad también ha experimentado una subida.
De hecho, MAPFRE sufrió un ciberataque de 'ransomware' en agosto de 2020. Normalmente, este tipo de ataques suceden cuando el ‘malware’ infecta un ordenador de la compañía y este se extiende por la red corporativa. La compañía tenía previsto este tipo de riesgos lo que permitió ejecutar los protocolos de respuesta apenas unos minutos después de comenzar el ataque.
La aseguradora comunicó rápidamente el problema, una transparencia que hizo que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) valorase positivamente la reacción al ciberataque, constatando además que MAPFRE "disponía de medidas técnicas y organizativas razonables para evitar este tipo de incidente, lo que ha permitido la rápida identificación, análisis y clasificación de la brecha de seguridad".
Desde un punto de vista de negocio, Ricardo González García, director de análisis, estudios sectoriales y regulación de MAPFRE Economics, explica en el podcast Economics Café que los ciberriesgos pueden suponer una oportunidad de negocio para las aseguradoras, pero también tienen limitaciones en cuanto a la capacidad de aseguramiento por parte de las compañías.
“Hay falta de datos y limitaciones en modelos predictivos en eventos extraordinarios que permitan calcular precios y reservas, ya sean relacionados con los ciberriesgos o con desastres naturales. De momento, la solución de esas brechas sigue siendo compleja y requiere incluso de colaboraciones publico privadas”, explica González.
Dicho esto, la digitalización también presenta oportunidades, como los contratos inteligentes o ‘smart contracts’ con base blockchain, que permiten automatizar la liquidación de siniestros sin necesidad de interferencia humana, entre otras muchas cosas, según el informe ‘Assessing the Potential of Decentralised Finance and Blockchain Technology in Insurance’, editado por The Geneva Association. No obstante, el estudio advierte de que los beneficios de estas tecnologías en el sector asegurador aún no se han materializado.
Por eso, The Geneva Association destaca que aseguradoras y reaseguradoras “deben sopesar cuidadosamente el coste a corto plazo de invertir en tecnología con el potencial a largo plazo de los seguros DeFi y blockchain”, señala el informe. “Deben analizar los pros y los contras y seguir tanteando el terreno con proyectos piloto debido al potencial del seguro DeFi para desintermediar y transformar los modelos de negocio tradicionales, y los nuevos ingresos generados por la prestación de servicios mejorados”.
EIOPA identifica otros riesgos que han estado ligados tradicionalmente al sector asegurador: los macroeconómicos. La crisis derivada de la pandemia ha dado paso a un escenario económico muy complejo, que está marcado por el repunte de la inflación a niveles no vistos en cuatro décadas, el endurecimiento monetario y el débil crecimiento.
MAPFRE Economics ha publicado recientemente sus previsiones de cara a final de año, que contempla un crecimiento para España del 2,5% en 2023 y del 1,3% en 2024, con inflación del 3,5% y el 2,5%, respectivamente. Para la economía global, la previsión es una subida del 2,9% para este año y del 2,2% el siguiente, con un alza de los precios del 6,6% y del 6,1%.
“Si no hay ninguna sorpresa, como un repunte del precio de petróleo o un accidente financiero, el escenario central es un escenario de desaceleración económica, pero con crecimiento. Es decir, no va a haber una recesión, como sí ocurre en Alemania por problemas estructurales. En España, es diferente”, explica el director de análisis, estudios sectoriales y regulación de MAPFRE Economics.
Así, González señala que los tipos de interés en los niveles actuales y durante más tiempo impactarán de forma positiva en los productos de Vida Ahorro y Rentas Vitalicias. Además, la inflación a la baja de los últimos meses es una buena noticia para la rentabilidad de las compañías aseguradoras.
La geopolítica, un riesgo al alza para la economía global
Desde un punto de vista más amplio, la geopolítica es ahora mismo uno de los riesgos más notables para la economía global, tal y como identifica MAPFRE Economics en su informe ‘Panorama económico y sectorial 2023: perspectivas hacia el cuarto trimestre’, en el que destaca el riesgo “real” de que el conflicto en Palestina se extienda a la región y provoque una crisis en Oriente Medio.
Los mercados no han experimentado grandes desequilibrios desde el pasado 7 de octubre. El petróleo y el oro sí experimentaron una fuerte subida en las jornadas posteriores al ataque por parte de Hamás y se han mantenido en niveles más altos de los registrados antes de esa fecha, pero el resto del mercado experimentó una caída esos días y se ha recuperado rápidamente.
Respecto al conflicto entre Ucrania y Rusia, el informe destaca dos elementos que están en juego, aunque la guerra se haya estancado: el potencial nuevo gobierno de Donald Tusk y el avance de las conversaciones para definir cómo sería la situación tras el conflicto bélico.